RIESGOS DE TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS
EN LA CONSULTA ODONTOLÓGICA
Durante la práctica odontológica, el personal dental y sus pacientes se hallan expuestos a una amplia variedad de
microorganismos capaces de causar enfermedad. Este es un hecho conocido desde hace tiempo que en la actualidad
ha despertado un renovado interés con la aparición del síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
En nuestro medio, estos microorganismos se transmiten vía sangre o secreciones orales o respiratorias e incluyen entre otros: citomegalovirus (HCMV), virus de la hepatitis B (HBV) y C (HCV), virus del herpes simple (HSV-1 y HSV-2), virus de la inmunodeficiencia humana (HIV), mycobacterium tuberculosis y otros virus y bacterias.
Estos microorganismos pueden transmitirse a través de diversas rutas que incluyen:
contacto directo con sangre, fluidos orales y otras secreciones
contacto indirecto con instrumentos, superficies y equipos dentales contaminados.
transmisión aérea a través de aerosoles o microgotas que se generan durante el trabajo operatorio y que contienen sangre o secreciones contaminadas.
La infección por estos patógenos, independientemente de la ruta de transmisión que sigan, requiere la presencia de una serie de condiciones comúnmente conocidas como "cadena de infección". En primer lugar debe existir un huésped susceptible que es el que va a ser infectado; el microorganismo patógeno ha de estar en cantidad y virulencia suficientes para poder causar la infección; y en último lugar debe haber una puerta de entrada que permita a este microorganismo ponerse en contacto con el huésped susceptible.
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